Las Bodegas Azpillaga Urarte, nacieron del seno familiar a principios de los años 70. Después de producir vinos para otras bodegas, decidieron empezar la producción propia con la construcción de su bodega y el nacimiento de su primera marca: Viña El Pago.
Decididos a innovar la manera de trabajar la enología, las bodegas agregaron a sus tratamientos vitivinícolas, una nueva estrategia de cultivo que respetara y conservara la integridad natural de los viñedos. Así, reemplazaron el uso de químicos sintéticos por métodos de trabajo orgánicos que no afectarán a largo plazo el cultivo y la tierra.
De esta manera, las bodegas han obtenido a lo largo de los años una mejora en sus cultivos, maximizando la calidad de la fruta y cosechando más uvas para la producción de caldos que representen por completo la Rioja Alavesa.
Sus 12 hectáreas de cultivos, poseen diferentes variedades de uva, como: Tempranillo, Garnacha Tinta, Graciano, Viura y Garnacha Blanca; que mediante los procesos adecuados de elaboración dentro de la bodega, logran transformarse en caldos de exquisito sabor y personalidad arrolladora.
Y es que, debido a la diferencia de suelos en los que se encuentra repartida en las parcelas de las bodegas, sumado a las particularidades geográficas y climáticas de la zona, logran una mezcla de características que otorgan a los vinos Azpillaga Urarte una estructura que despierta el paladar.
La mezcla de suelos arcillo calcáreos y climas favorables, permite a los diferentes caldos de la bodega, demostrar la calidad y el esfuerzo del equipo a la hora de elaborar los vinos, siendo ejemplo claro de ello:
Rioja Alavesa
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