Bodegas Escudeiro

Bodegas Escudeiro en D.O. Rias Baixas

Situada en Barrantes en el corazón del Valle del Salnés, lugar de origen de toda la Familia Escudeiro, está Bodegas Escudeiro. Una empresa con una tradición vitivinícola familiar de más de un siglo que le permite elaborar grandes vinos.

Sus inicios se remontan al año 1906 cuando “Abuelitiño” con su filosofía y saber hacer inicia el camino para conseguir la actual bodega, reflejando su nombre en cada copa de vino.

Es sí como años más tarde, en 1987, nace Bodegas Escudeiro, como resultado de la fusión de la filosofía de “Abuelitiño” y el espíritu emprendedor de “Marcelino”; la cual reside en una construcción que era un antiguo “alprende” que servía de almacenaje de los aperos de labranza.

Vinos con carácter propio

La familia Escudeiro posee viñedos dentro de la comarca de O Salnés, entre los municipios de Meis y Ribadumia, con características únicas para el crecimiento de las uvas, asegurando así un Albariño 100% de calidad.

Viñedos que son cuidados y mimados de forma artesanal, con el fin de conservar cepas de más de 70 años y conseguir creaciones excelentes que expresen la influencia atlántica en cada botella de vino blanco:

• Viña Roel: un vino obtenido a partir de uvas extraídas de las viñas que rodean la bodega, de allí el nombre del mismo cuyo significado es “viñas alrededor”. Un producto que integra la sabiduría de “Abuelitiño”, el duro trabajo de Marcelino, la pasión de Viko Escudeiro y la experiencia de tres generaciones que arrojan un caldo de color dorado, herbáceo, cristalino y limpio; con un aroma intenso y notas de fruta madura de hueso. En boca es un vino amplio y estructurado, en que resalta la sedosidad y las notas cítricas intensas.
• Ribera del Umia: un producto que con su nombre rinde homenaje a la columna vertebral del «Val do Salnés», el Rio Umia, haciendo referencia al punto donde el río y el océano atlántico se fusionan, aportando una calidad superior a la uva. Es el gran proyecto de Marcelino, que Viko Escudeiro ha tratado de perfeccionar con el paso de los años sin perder la esencia de su padre, hasta lograr un vino dorado de intensidad media, con reflejos de limón, cristalino; fresco, herbáceo, con recuerdos a frutas tropicales y suave con un pase de boca moderado, frutal, agradable.