Bodegas Lambuena comienza a funcionar en el año 1989, gracias al esfuerzo y dedicación de una familia. Su filosofía se basa en crear vinos, como una oportunidad para establecer vínculos entre los degustadores y la familia.
Asi, Bodegas Lambuena se encuentra a cargo de los tres hermanos Cabestrero. Pedro, junto con su hermana Ana, son los enólogos que aportando las mejores ideas, conocimientos y experiencias para llevar adelante el negocio familiar. El tercer miembro de la familia, Andrés, es un conocedor de la dinámica del trabajo en el campo, dedicándose al aprovechamiento de la viticultura.
Para el año 1994, la bodega adquiere la primera embotelladora, y actualmente, han conseguido desarrollar aún más sus instalaciones, contando con 600 barricas de roble americano y francés y produciendo un promedio 450.000 botellas anuales.
Lambuena posee más de 70 hectáreas propias de viñedo, que cuentan con distintos tipos de suelos: arcillosos, calcáreos, limosos y arenosos, los cuales contribuyen a que los vinos contengan diferentes olores, aromas y sabores. Aunado a ello, posee diferentes altitudes, entre los 850 y 900 metros, originando una temperatura de -8 °C en invierno.
La bodega le dedica especial atención al proceso de combinar las diferentes uvas que provienen de las distintas parcelas, otorgándole a cada vino una excelencia inigualable característica de la Ribera del Duero.
La política principal de la bodega para la elaboración de los vinos, es el hacer uso de la Biodinámica, cumpliendo con los traslados de los vinos y uvas atendiendo las fechas lunares. No usan pesticidas, tampoco fumigan, porque de manera natural y gracias a la relación altitud – temperatura, no existe la presencia de plagas.
El principal motivo para crear buenos vinos es el conocer cómo funciona cada viña, respetando su biodinámica para no forzarla, buscando cuidarlas de la manera más natural posible.
Las viñas son espacios naturales que necesitan cariño, mimos, cuidados y sobre todo, un trato con delicadeza para garantizar uvas más suculentas, grandes y con un sabor único e intenso que se percibe en los vinos. Como es el caso de Lambuena Roble, Lambuena Rosado, Lambuena Viñas Viejas, Lambuena Crianza, Lambuena Reserva, y Lagunero. Cada uno de ellos contienen la esencia y finura de la Ribera del Duero.
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