En Campo de Criptana, Ciudad Real se encuentra Bodegas y Viñedos Castiblanque, una empresa familiar que destaca por la manera en cómo han unificado dentro de la misma las tareas de producción, elaboración y comercialización de sus vinos.
Actividades que han sido realizadas por varias generaciones de la familia Castiblanque, que tiene una tradición viticultora desde la década de los años 1950 cuando el abuelo “Templao”, Jesús Castiblanque Alberca, empezó a plantar manualmente viñedos de la variedad Airén.
Años después, en 2001, se inició la restauración de una antigua bodega del siglo XIX, “Bodega El Montañés”, conservando la estructura antigua, los muros de piedra, la teja árabe del techado, la estructura interna de madera de pino y la rehabilitación de zonas en desuso; dotándola de los últimos avances tecnológicos en la elaboración del vino, lo que permite junto al viñedo propio producir fielmente los nuevos vinos de la vieja Mancha.
La familia Castiblanque es poseedora de una gran experiencia como viticultores antes que bodegueros, razón por la cual saben que el éxito de un buen vino está en tener la mejor materia prima, la uva de la más alta calidad.
Es por eso que desde sus comienzos, poco a poco y con mucho esfuerzo, fueron ampliando la plantación hasta lograr la cantidad de hectáreas de viñedo actuales, cultivadas en su mayoría con las variedades de uva blanca Airen y uva tinta Garnacha.
Por otra parte, en la década de los 90, se decide completar el proceso y elaborar vinos embotellados de calidad para garantizar la rentabilidad de las fincas agrícolas, planificando para ello un cambio varietal según lo demandado en el mercado y la situación geográfica de la zona.
Una propuesta que condujo a que en 1995 se empezara la reestructuración del viñedo conservando aquellas parcelas de Airén de mayor calidad, completando durante ese año y el siguiente la plantación de Tempranillo y en 2003 plantar Moscatel para producir un vino joven y Chardonnay para intentar hacer un vino blanco de alta gama.
Posteriormente, el proceso se ha completado con la plantación de variedades como Syrah, Petit Verdot o Cabernet Sauvignon, obteniendo una gama bastante completa en tintos.
Una cantidad importante de nuevas plantaciones que son cuidadas y controladas tal que se garantice la recogida del fruto en su momento óptimo y de manera adecuada, el seguimiento de la maduración a pie de campo y todos los procesos sucesivos, con el fin de conseguir la calidad y la excelencia en el viñedo, que se reflejará en los vinos Baldor, Ilex, Solamente y Ediciones especiales Vermut Baldor, Alejandrino I y Compay Segundo.
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