Lagar de Moha

Lagar de Moha en D.O. Rueda

En el año 2018 fue creada en Valladolid, Lagar de Moha, una bodega familiar y ecológica que combina el respeto por la tradición vitivinícola de la zona con un enfoque más vanguardista en sus elaboraciones.

De esta manera Ángeles y Alberto logran hacer realidad su propio proyecto personal, en el que se busca elaborar vinos de excelente calidad, como resultado de un trabajo hecho de forma concreta y ecológica. A partir de la experiencia y el conocimiento que posee Alberto, quien desciende de una familia que durante muchas generaciones ha tenido una vinculación directa con el mundo del vino.

Para ello disponen de viñedos ubicados en los términos municipales de Rueda y Nava del Rey, cercanos al río Duero; en los que predomina el clima continental de influencia atlántica, con contrastes térmicos entre el día y la noche y entre las distintas estaciones del año, que favorecen el desarrollo de los aromas en las uvas Verdejo, Sauvignon Blanc y Godello y la calidad de sus vinos.

Además, se caracterizan por sus suelos pobres en materia orgánica, con un horizonte arcilloso y calizo en el subsuelo, que aportan nutrientes y ayudan a retener la humedad. Así como, posee cantos rodados que contribuyen con la calidad de las uvas, evitando que el agua del suelo se evapore rápidamente y disminuyendo el riesgo de enfermedades por hongos.

Valores que orientan y dan sentido al trabajo

Lagar de Moha es una bodega que se identifica porque desde el inicio trabajan guiados por un conjunto de valores que permiten efectuar un proceso de elaboración natural y respetuoso con el medio ambiente, para conseguir vinos certificados como ecológicos por la Unión Europea.

Valores que ayudan a mantener toda la esencia tradicional vitivinícola de la zona, sin dejar de innovar y explorar para hacer distintos tipos de elaboraciones, mejorar la calidad de las uvas, entre otros:

• La calidad por encima de todo: la finalidad de la bodega es elaborar vinos de altísima calidad, a partir de un cuidadoso proceso, en el que se presta especial atención a los pequeños detalles, que son los que marcan la diferencia.
• Cuidado de la ecología: resguardando la viña de una forma preventiva, con tratamientos naturales y siempre en sintonía con la naturaleza.
• La confianza como base de las relaciones humanas: en la bodega se trabaja de una forma seria y responsable, pretendiendo generar siempre confianza y cercanía.
• Combinación de innovación con tradición: durante todo el proceso se valora la tradición vitivinícola y se fortalece introduciendo como un valor extra la innovación en aquellos aspectos que se pueden mejorar.
• Bodega familiar: se trata de una bodega que ha sido creada por un matrimonio con la idea de que la misma perdure en la familia de generación en generación.
• Autenticidad en el trabajo: más allá de seguir las tendencias del mercado, lo que se busca es estar más en línea con sus propios valores.

Es así como la bodega produce sus vinos en una casona antigua del siglo XVII que ha sido reformada conservando su carácter más tradicional y auténtico, tal que se puedan encontrar depósitos como son los de hormigón, acero inoxidable, huevos biodinámicos de barro, barricas de robles francés y americano  junto a técnicas más modernas.