Bodega Dussart Pedrón se encuentra en Requena, Valencia, lugar donde desde sus inicios elabora vinos de máxima calidad y con personalidad propia.
Su historia comienza a principios de siglo XX cuando el bisabuelo de Silvia, Dionisio Pedrón, la construyó y utilizó durante varias décadas. Años después, en 2017 se le dio una segunda vida a este sitio como bodega y se empezó a restaurar aprovechando al máximo el espacio, colocando en el centro de la misma una zona de comunicación entre los tres niveles.
Esta adecuación permite aprovechar la gravedad y realizar la mayor parte de los trasiegos de manera suave y sin bomba, lo que garantiza la calidad de la materia prima y del producto.
A esto se suma la manera en cómo se lleva a cabo el procedimiento de elaboración de los vinos, el cual es controlado a lo largo de todas las etapas pero interviniendo lo menos posible para que se exprese el terruño de los viñedos.
Dussart Pedrón es una bodega cuya filosofía se sustenta en el principio que para conseguir un gran vino es indispensable cosechar uvas perfectamente maduras y sanas, lo que requiere de un trabajo minucioso y cotidiano en las viñas.
De allí que la bodega cuenta con viñedos pertenecientes a la familia desde hace siglos, en los que se practica la agricultura ecológica desde hace décadas. Los mismos están ubicados en una meseta a unos 700 m de altura en Los Pedrones, Requena, en la Comunidad Valenciana.
Una ubicación que aporta suelos principalmente arcilloso-calcáreos que proveen a los vinos su finura y un clima continental con inviernos fríos y veranos calurosos y secos, suavizados por la influencia del Mediterráneo. Un clima que junto a la altitud, en verano, permite tener una amplitud térmica importante entre el día y la noche que confiere a los vinos frescura.
Condiciones idóneas para el cultivo de cepas viejas, algunas con más de 70 años, en vaso y en secano con rendimientos bajos, las cuales producen las uvas de mayor calidad de las variedades Garnacha, Bobal y Tempranillo.
Variedades que son trabajadas por separado y de manera artesanal, comenzando con la realización de catas antes de la vendimia y de análisis que garanticen la calidad de la uva que es seleccionada a mano, tal que entre fresca en la bodega donde se hace una segunda selección de los racimos que serán procesados.
Posteriormente, se efectúa el despalillado y estrujado y los mostos se fermentan con sus propias levaduras en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada en las barricas y tinajas, para continuar con el proceso hasta el embotellado de los vinos Le Bobal, Le Cencibel, Le Grenache, Le Rosé y Le Vermentino.
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