En el año 1986, Bodegas Porto cambia el nombre con el que la bodega había empezado a embotellar sus vinos, para dar paso a Bodegas Fariña en Toro, Zamora.
Su origen data de 1942, cuando Salvador Fariña y su esposa Tomasa López abandonan su pueblo natal Porto de Sanabria para establecerse en Casaseca de las Chanas y buscar un futuro mejor. Allí comienzan una nueva vida y un nuevo proyecto, elaborar vino en una rudimentaria bodega excavada en piedra calcárea.
Más adelante en 1968, su hijo Manuel Fariña, vinculado al negocio familiar desde sus orígenes se incorpora a este con la ilusión de modernizar y ampliar la bodega y en 1995 empieza a elaborar su vino Primero, el primer vino hecho por el método tradicional de maceración carbónica en la región y un icono dentro de los vinos de Fariña.
Posteriormente, en 2015 Manu Fariña, tercera generación de la familia, quien creció entre uvas y barricas, se incorpora a la bodega para dar continuidad y una marca propia al proyecto que sigue creciendo y creando nuevas líneas de vinos, como la serie Modernas Tradiciones, renovando la imagen y el estilo de toda la gama de vinos, lanzando su Gran Colegiata Original.
Fariña es una bodega que consta de varios edificios dotados de una tecnología de vanguardia, uno de los cuales alberga en su planta superior el Museo de Vino y Arte. Una nueva y moderna bodega, en la que se incorporan nuevos criterios técnicos en la viña y en la bodega, como la instalación de un avanzado sistema de control de temperatura y humedad en las etapas del proceso de elaboración.
Asimismo, dispone de un entorno de viñedos viejos, algunos de ellos centenarios, con una construcción exterior inspirada en la arquitectura tradicional, que contrasta con la tecnificación interior que representa el equilibrio entre tradición y modernidad, valores que se han mantenido a lo largo del tiempo.
Viñedos organizados en diferentes sectores en función del tipo de suelo, cada uno con sensores de humedad para controlar el estrés hídrico de las plantas y sensores predictivos para facilitar la detección a tiempo de enfermedades fúngicas. Además, se usan sistemas intermedios entre el cultivo en vaso tradicional y la espaldera, que ayudan a elevar la vegetación, reducir los problemas de sobremaduración en añadas cálidas y el contenido alcohólico de los vinos y mejorar sus niveles de acidez y pH.
Es en estos viñedos ubicados en distintos pueblos de la comarca de Toro y Tierra del Vino en los que se cultivan las variedades Tinta de Toro para los vinos tintos y rosados y la blanca Malvasía para un blanco afrutado.
Por otra parte, se compra uva Tinta de Toro a viticultores de la zona, que son asesorados por el equipo técnico de la bodega, para que cumplan las pautas marcadas en todas las fases del ciclo vegetativo hasta la entrada de la uva en la bodega. Así, la bodega ofrece vinos que son reflejo del compromiso con la puesta en valor de lo local y lo tradicional: Gama Colegiata – Fariña, Tierra de Castilla y León Modernas Tradiciones y Vinos Dulces y, Gama de Dama de Toro. Los cuales pueden ser catados y degustados en las visitas guiadas a las instalaciones de la bodega para conocer a fondo el proceso de elaboración de los distintos vinos y al Museo Fariña para disfrutar de la exposición de pintura contemporánea “El Primero” y la colección de aperos y antigua maquinaria vitivinícola que narra la antigua forma de elaborar el vino en la zona de Toro.
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