Bodegas Augusta Bílbilis

Bodegas Augusta Bílbilis en D.O. Calatayud

En el año 2006 fue fundada en la pequeña localidad de Mara, en la Comarca Comunidad de Calatayud, provincia de Zaragoza, Bodegas Augusta Bílbilis con el objetivo de elaborar vinos de calidad.

Una empresa familiar creada por José Antonio Ibarra, viticultor, enólogo profesión, con una larga experiencia en el mundo del vino y una amplia tradición familiar vitivinícola; aspectos que le motivaron para volver a sus raíces, a ese vino original que conoció cuando era un niño.

Fue así como José Antonio decide rehabilitar la bodega en la que su abuelo hacía vino allá por el año 1940, para desarrollar en esta su nuevo proyecto, el cual busca producir vinos que lleven el nombre de Mara y de Calatayud por todo el mundo.

Una bodega respetuosa del medio ambiente

Desde sus inicios Augusta Bílbilis se ha dedicado a la elaboración, crianza, embotellado y comercialización de vinos de forma ecológica, aplicando técnicas naturales de viticultura de montaña según las condiciones climáticas de la zona y confiando en las posibilidades de la uva autóctona la Garnacha.

Una variedad que crece en suelos poco fértiles, pobres y especialmente pedregosos, predominando los suelos de arcilla y de pizarra; con inviernos muy fríos y veranos muy rigurosos, variaciones térmicas entre el día y la noche y escasas precipitaciones; factores que en conjunto ayudan al cultivo de cepas con edades entre los 45 y los 100 años.

Cultivos que se realizan sin ningún tratamiento químico, en los que las malas hierbas se controlan rigurosamente de forma mecánica y sin utilización de herbicidas y la recolección de la uva se lleva a cabo en el momento óptimo de maduración y de forma manual, resguardando su integridad.

Materia prima que es procesada mediante el uso de la gravedad para los movimientos de la uva y el vino, controlando  de forma natural la temperatura, usando solo agua a presión a distintas temperaturas para evitar en todo momento la utilización de detergentes en la limpieza de las instalaciones.

Una elaboración muy minuciosa que da como resultado unos tintos Garnacha 100% muy estructurados, con una elevada carga frutal y que muestran el origen de su terruño:

• Samitier Roble: de color rojo picota, brillante y limpio. En nariz es elegante, atractivo y muy equilibrado, con aromas balsámicos de romero y tomillo, mineral, lácteos muy agradables, violeta, rosa, frambuesa, pimienta y regaliz En boca, resulta fresco y aterciopelado, muy equilibrado, con un toque sutil de madera integrado con la fruta roja madura.
• Samitier Garnacha: de color rojo frambuesa; con aromas muy frescos de sotobosque, pino y abeto, con notas de eucalipto, romero y laurel y aromas tostados, pan horneado y lácticos muy agradables. En boca bien equilibrado y armado, algo afilado pero muy redondo y bien integrados, largo y muy elegante.