En el año 1903 D. Ignacio Marín fundó Bodegas Ignacio Marín, una empresa familiar ubicada en Cariñena, Zaragoza con una larga tradición en la elaboración de vinos de alta calidad y en el cultivo de sus propios viñedos.
Una tradición familiar que se ha conservado a lo largo de varias generaciones en las que se ha dedicado todo el saber y experiencia a un esmerado trabajo que inicia en la viña y culmina en cada una de las botellas que salen de la bodega hacia los cinco continentes.
Un alcance que se ha logrado gracias a la vocación que siempre han tenido por los vinos de alta calidad, que les ha permitido crearlos con imaginación, sensibilidad, conocimiento y medios tecnológicos para aprovechar al máximo las posibilidades de los viñedos.
Además, la bodega está dotada con los últimos avances tecnológicos, con la finalidad de garantizar las etapas de preparación, elaboración y embotellado de los vinos y los más altos niveles de calidad.
Ignacio Marín cuenta con viñedos en las localidades de Encinacorba y Cariñena, a una altitud entre 600 y 850 metros, con suelos de tierras sueltas, medianamente pedregosas, de clima mediterráneo con variación térmica entre la noche y el día, sana aireación y abundantes horas de insolación que aseguran una correcta maduración de la uva.
Factores que son aprovechados para criar variedades perfectamente adaptadas como Tempranillo, Cariñena, Garnacha, Cabernet, Moscatel y Merlot, la base de los tintos y, algunas de ellas, para los conocidos rosados.
Variedades nobles, que son el resultado de una agricultura integral y ecológica, respetuosa de la naturaleza; las cuales son cuidadas rigurosamente en beneficio de unas uvas saludables que dan paso a los extraordinarios vinos:
Barón de la Joyosa, un gran reserva; Duque de Medina, un vino auténtico y memorable; Viña Ángela, cuyo nombre hace mención a una finca que el fundador de la bodega bautizó con el nombre de su esposa en 1903; Marín varietales, hecho con cepas de Garnacha de 80 años, uno de los vinos más mimados de la bodega.
El Gordo, un vino divertido, con un estilo casual, desenfadado y sin complejos como su nombre y el tipo en el cual este vino está inspirado; Ballad, una expresión romántica para los sentidos, es el ritmo de la Garnacha; Divinis Mediterranean, una gama de vinos con estilo propio, elegancia y frescura; Wings y Essentia, vinos que hablan de orígenes, raíces, cultura y tradición.
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