En Magallón, Zaragoza se encuentra situada Bodegas Ruberte, una empresa aragonesa cuyo nombre se debe al empresario que la fundó, Andrés Ruberte, quien en 1948 comenzó la elaboración de vinos en las bodegas del pueblo.
La misma se considera la cabeza del Grupo Ruberte dedicado durante más de medio siglo a la elaboración de vino, licores y cava de forma artesanal. Productos de gran prestigio que desde sus inicios se fueron comercializando con gran éxito tanto en España como en el panorama internacional, siendo Alemania y Estados Unidos clientes de lujo de la empresa.
Una actividad que continuó en manos de Susana Ruberte, hija de Andrés, quien se incorporó a la bodega en 1982 y comenzó a elaborar vinos con la Denominación de Origen Campo de Borja, convirtiéndose en la primera mujer enóloga de Aragón.
Posteriormente, se ha incorporado al negocio familiar la tercera generación, las hijas de Susana, Alicia y Ana, quienes mantienen el carácter artesanal y han introducido una nueva visión más joven y fresca en relación al diseño tanto de etiquetas como packaging.
Bodegas Ruberte elabora sus vinos con uvas de las variedades cultivadas en tierras localizadas en la Comarca del Campo de Borja, las cuales cuentan con varios y muy característicos microclimas y tipos de suelos, lo que influye en el carácter de las uvas y enriquece los matices de los viñedos ubicados entre 350 y 700 metros de altitud.
En cuanto a los climas, son atlánticos en invierno y mediterráneos en verano, por lo que la producción se diferencia a causa de los acentuados contrastes térmicos. Por su parte, los suelos son pardo-calizos y la formación de sus garnachas es tanto tradicional en vaso como en espaldera.
Condiciones que garantizan la materia prima para los caldos Ruberte que son elaborados por el sistema tradicional, una parte en depósitos de madera de roble para ser comercializados como vino joven y otra para ser criados en barrica de roble francés y americano.
Entre los productos se tienen aquellos elaborados con las variedades Macabeo, Parellada y Xarel.lo a partes iguales:
Cava Joven Monasterio de Veruela, un vino que en nariz tiene mucha fruta recordando a la manzana y pera y en boca es suave; Cava Reserva Monasterio de Veruela, con aromas secundarios provenientes de la levadura y en boca suave y muy integrado y Cava Gran Reserva Monasterio de Veruela, con aromas secundarios originarios de fruta madura, matices de crianza, tostados, levadura y frutos secos. En boca suave y muy integrado.
Además se crean vinos con uvas de la variedad Garnacha 100% como:
Ruberte Crianza 2015, un color cereza madura y aroma a fruta negra, confitada, algo especiado y tostado y en boca es cálido, taninos maduros, equilibrado y persistente; Ruberte Tresor 2019, de color rojo cereza, aspecto limpio y brillante y con una buena lágrima. En nariz es una explosión de fruta, fruta madura y con leves tonos mineral del terruño y tostados por la crianza. En boca es suave, redondo, con buena acidez, rico en taninos, muy equilibrado y amplio posgusto.
Así como, Garnacha Selección 2021, de color rosa cereza no muy madura. En nariz es una explosión de fruta, frutos silvestres y una sensación dulzona y en boca es suave, con buena acidez, rico en matices a frutos rojos y Ruberte Garnacha Selección, de color rojo cereza, con tonos violáceos. En nariz es una explosión de fruta, fruta madura y un tono mineral del terruño y en boca es suave, redondo, con buena acidez, rico en taninos maduros que están bien integrados.
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