Celler Bellaserra

Celler Bellaserra en D.O. Catalunya

Utilizado el nombre de la masía, la bodega Celler Bellaserra surge como un proyecto para recuperar los orígenes de la viña ubicada en la finca; y también, con la intención de desarrollar vinos de calidad y con identidad catalana, que representarán por completo sus suelos y tierra.

Su nombre se origina mucho antes del año 1448, en el que Eulalia Serra, propietaria de la finca adoptó este nombre para su finca Casa Serra, y que posteriormente cambió a Can Planes cuando contrajo matrimonio. Así, sus fundadores tomaron este nombre para aportar la historia y la identidad, hoy característica en la bodega.

Ubicadas en la comarca del Vallés Occidetal, la finca de la bodega contaba con 74 hectáreas de cultivo, que poco a poco, se fue perdiendo con el crecimiento urbanístico, dejando menos terreno en la actualidad para el cultivo. Además, también poseen La Masía Can Planes, una casa solariega en donde se ubica una bodega recuperada para el desarrollo del vino, con cobertizos y corrales que reflejan la actividad agrícola que se llevó a cabo en la zona.

Fundadas por 3 jóvenes amigos enamorados del vino, Celler Bellaserra se ha dedicado desde hace varios años a la elaboración de caldos de calidad, reutilizando espacios antiguos de la finca, para desarrollar productos que expresen el auténtico terroir de Cataluña y su pasión por la tradición vinícola.

A través de técnicas de trabajo ideadas para los vinos, la bodega ha buscado las mejores maduraciones de la uva, la adecuada fermentación del mosto y la vinificación de los cultivos, siempre manteniendo el mayor respeto hacia el fruto y al entorno, obteniendo con ellos caldos asombrosos.

Para las bodegas, el éxito de sus vinos está en su accionar en silencio y tranquilidad, en donde todos los elementos para sus caldos alcanzan el equilibrio perfecto para la armonía de sus vinos.

Los vinos de la bodega: La identidad de Cataluña

Son cuatro los vinos insignia de Celler Bellaserra; acá comentamos dos de ellos:

Negro crianza: Hecho a base de Garnacha y Cariñena, este vino es de aromas limpios e intensos con notas de frutas rojas frescas, que potencian su sabor dulce y equilibrado.

Blanco joven: Con una crianza de lías durante 3 meses, este vino es sedoso y denso al paladar, con aromas de notas cítricas y frutales que impulsan su elegancia y estructura suave.