Situada en la población de Castellví de la Marca, en la comarca del Alt Pendés, la bodega Joan Sardà se dedica desde el siglo XX, a desarrollar vinos y cavas que representan el testimonio vivo del amor por el buen vino y sus años de experiencia.
Y es que fue en 1927, cuando Tomás Sardá Comellas decidió emprender su sueño de llevar a cabo la producción de caldos con sus buenas cosechas de la época. Acción que continuó repitiendo durante muchos años y durante varias generaciones, consolidando a la bodega, tiempo después, como productora de caldos asombrosos.
Fue así como la bodega Joan Sardà, ha transitado un largo recorrido, que hoy les ha permitido generar caldos que son un reflejo de una tradición familiar amante del buen vino, y además, también del respeto y el compromiso con el territorio y la naturaleza.
Y es que, para la bodega, el terreno es de suma importancia pues, en sus espacios dedicados para el cultivo, en donde el sol arropa sus tierras y los suelos potencian el desarrollo de las vides. La bodega cuenta con 12 hectáreas propias dedicadas a dar a luz a sus granos de uvas que, gracias al clima mediterráneo, la profundidad del terreno y las características arcillosas de sus suelos, permiten el desarrollo de su mayor potencial.
Así, en sus viñedos crecen diferentes variedades como Xarello, Chardonnay, Sumoll, Cabernet Sauvignon, Macabeo y Parellada, que prosperan sana e íntegramente, para luego, en las instalaciones de la bodega, convertirse en caldos de calidad mediante los procesos de selección, fermentación y maceración que, al terminar en la crianza adecuada, finalizan el vinos y cavas asombroso, dignos de la bodega Joan Sardà.
Para las bodegas Joan Sardà, el cultivo de sus vides es uno de los pilares fundamentales dentro de sus procedimientos, para la obtención de caldos maravillosos. Por ello, el cuidado del entorno y de sus uvas es básico. Mediante un sistema de viticultura de máximo respeto, la bodega logra manejar de manera adecuada, los recursos naturales de su espacio, evitando el uso de químicos, pesticidas y herbicidas, que perjudiquen la integridad de sus cosechas.
Aplicando abonos naturales junto a una agricultura ecológica, la bodega minimiza en sus viñedos las emisiones de CO2, con la finalidad de asegurar la salud de sus terrenos y también, de sus maravillosas vides.
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