En Aguarón, Zaragoza nace en el año 1970 con un total de 450 socios Sociedad Cooperativa Vitícola San José con el fin de construir un futuro donde tengan cabida tradición, costumbres e innovación.
Sus inicios se remontan a 1961, año en el que ya se apoyaba la viticultura y su desarrollo sin dejar de lado los orígenes, una forma de vida que se ha mantenido en el tiempo, ampliando la bodega y mejorándola en lo que a nuevas tecnologías se refiere según las necesidades de sus socios y clientes.
Es así como para los años noventa se produce un cambio notable de calidad en sus actividades comerciales incorporando nuevas tecnologías como equipamiento de frío, almacenamiento de acero inoxidable, entre otras; lo que ha permitido que la bodega en la actualidad trabaje la línea de embotellado y genere marcas de máxima calidad como Altillares, Balduque, Qohelêt o Matujo, que han sido reconocidas con numerosos premios.
Vitícola San José es una sociedad que se identifica por dar respuesta a la solicitud de elaboración de cualquier tipo de vino, mosto o mosto parcialmente fermentado que pudiera surgir entre los clientes más exigentes. Un compromiso que se logra gracias a las instalaciones que posee y a la cualificación del personal técnico que allí labora.
Esto sustentado en una filosofía que hace que esta sea más que una bodega cuya misión es maximizar la rentabilidad económica de sus socios a través de productos de máxima calidad respetando el medio ambiente y generando recursos suficientes para devolver al entorno parte de esa rentabilidad.
Para eso se fundamenta en un modelo socioeconómico capaz de ofrecer soluciones integrales y afrontar los nuevos retos de una manera eficiente y eficaz; siempre manteniendo los valores de cooperación, transparencia, compromiso social y ambiental.
De esta manera ha logrado desarrollar como principal línea de trabajo los mostos y vinos a granel, para el mercado nacional e internacional como Italia, Francia, Alemania, México.
Para conseguir estos productos cuenta con viñedos a los pies de las primeras estribaciones de los Montes de Toledo, con una altitud de 700 metros y una amplitud térmica moderada. Así como con hectáreas en espaldera y vaso que son recolectadas por agricultores de Herencia, Villafranca de los Caballeros, Alcázar de San Juan y otras poblaciones limítrofes.
Destaca el incremento de parcelas acogidas a producción ecológica que admiten una elaboración distinguida e independiente del resto. Parcelas que en conjunto brindan las condiciones aptas para el cultivo de las variedades Airén, en el caso de las blancas y Cencibel o Tempranillo en las tintas. Asimismo, Merlot, Cabernet Sauvignon, Garnacha, Velasco, Tinto de la Pámpana Blanca, Macabeo, Verdejo, para las nuevas demandas de los mercados.
Por otra parte, la bodega tiene entre sus premisas la igualdad de oportunidades, para lo que ha establecido un Plan de Igualdad de Oportunidades para fomentar la participación equilibrada de mujeres y hombres en los diferentes ámbitos de la empresa y en acciones vinculadas a la actividad.
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