En San Martín de Valdeiglesias se encuentra Valleyglesias, una bodega que nace en el año 1998 como una empresa privada pionera de la Sierra Gredos, en una época en la que abrir una bodega privada era un imposible, de hecho algunas cooperativas centenarias cerraban sus puertas por lo que se vivía en la zona para el momento.
Sin embargo, dos hermanos mantuvieron su sueño de recuperar y poner en valor los viejos viñedos centenarios que poco a poco eran abandonados, por lo que la comunidad los tomó por locos y a la bodega como una locura.
De esta manera, sin tradición familiar, sin conocimientos, sin dinero, sin padrinos y siendo de mundos muy distintos al del vino, comenzaron el camino que haría realidad su sueño; llegando hoy día a exportar más de la mitad de la producción de sus vinos que son de los más reconocidos de Madrid y la Sierra de Gredos.
Una historia que se remonta a los días en los que el bisabuelo Ramiro Ocaña, como muchos de ese entonces, se dedicaba al campo, a la viticultura, actividad que suspendió al perder los viñedos por la llegada de la filoxera a Madrid. Posteriormente, en la segunda década del siglo XX, la familia comenzó a cultivar sus viñedos y a replantar las vides que fueron muriendo por la plaga de la filoxera y para 1948 las labores de campo se abandonaron, las tierras se vendieron y la familia se dedicó a otros oficios.
Fue después de 100 años cuando estos jóvenes decidieron dar una mirada a sus raíces y comenzar un camino lleno de fuerza y locura en esta bodega ubicada en medio de la naturaleza en la cima de un cerro, entre viñedos con factores geográficos ideales para el cultivo de la vid como la edad, la altitud, el tipo de suelo, el clima y la viticultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente que aporta la personalidad a los vinos.
En el año 1998 Valleyglesias efectúa las primeras elaboraciones en la nave de labranza de una antigua bodega, sacando adelante sin medios, vendimias cuyos vinos no se comercializaban pero sirvieron de base para obtener experiencia. Es así como en el 2002, en una nave industrial dentro del vivero de empresas de San Martín la bodega comienza a tomar forma, adquiriendo nueva maquinaria, obteniendo la calificación de la D.O. Vinos de Madrid y vendiendo los primeros vinos a nivel local.
De esta forma para el 2010, se dispuso de una auténtica bodega en un entorno privilegiado para dar paso a vinos auténticos, originales, que son el reflejo de su origen: Vinos Tinto G3, G2, Senderos y Garnacha Rock, elaborados a partir de las variedades Syrah, Tempranillo y Garnacha. Y, los vinos Blancos A3, A2 y La Pájara, hechos con uvas Albillo Real y Moscatel de Grano Menudo.
Asimismo, Valleyglesias logra crear una serie de ediciones de tres grandes vinos motivados en el ciclismo, que para los fundadores de esta bodega es mucho más que un deporte, es una forma de entender la vida pues requiere de entrenamiento, esfuerzo, sacrificio, disciplina y sobre todo pasión como la que se dedica a cada uno de los vinos que se elaboran: un tinto, un blanco y un rosado que homenajean a esos primeros ciclistas de la Vuelta a España, Tour de Francia y Giro de Italia.
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