Ubicadas en el altiplano de batea nacen vinos capaces de reflejar toda la identidad de su comarca, y las bodegas Viticultors Bateans son las responsables de llevar a cabo su desarrollo. Esta cooperativa se fundó en el año 2003 con la intención de desarrollar caldos a base de uvas autóctonas, como la garnacha blanca, que lograran representar adecuadamente el verdadero sabor del vino.
De esta manera, las bodegas han madurado desde su origen, logrando desarrollar en sus instalaciones los espacios adecuados para la elaboración de caldos inigualables, pues, al contar la experiencia y el conocimiento de sus más de 40 socios, las bodegas han desarrollado una fórmula capaz de transmitir la completa identidad de su D.O. Catalunya.
Construidas al pie de la viña, las instalaciones de las bodegas se edificaron con la intención de evitar en mayor medida la oxidación de las cosechas y preservar las características organolépticas de las uvas durante la vendimia.
De esta manera, las bodegas también cuentan con un importante conjunto de técnicas y métodos que les ha permitido alcanzar su actual prestigio y calidad. A través de la recolección a mano de sus cosechas, el uso de depósitos de acero inoxidable y maderas de roble, el control de los procesos de producción desde la selección hasta el embotellado, las bodegas poseen métodos minuciosos que persiguen la calidad de la elaboración.
Por otra parte, las bodegas cuentan con espacios en donde además de aplicar técnicas de cuidado, también poseen características geográficas que potencian el crecimiento de sus cosechas. Gracias a sus suelos idóneos, orografía singular y el microclima que envuelve los cultivos, las uvas logran alcanzar un nivel de maduración adecuado que refleja el verdadero sabor de una buena cosecha.
Los vinos de las bodegas poseen un carácter singular que aunque, cada uno posee la singularidad de su cada composición, comparten la dedicación con la que el equipo Viticultors lleva a cabo los procesos de elaboración, entre ellos:
Manyol Negre: De color rojo y tonos violetas, este vino con aromas de otas frutales y florales posee un importante sabor lleno de matices que a su paso por el paladar se hace fresco, ancho y estructurado.
Manyol blanc: De matices dulces de miel y membrillo, este vino es ancho en la boca y de toques cítricos que potencia su aromas frutales y tonos amarillo-dorados.
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