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¿Por qué se usan tapones de corcho en las botellas de vino?

¿Por qué se usan tapones de corcho en las botellas de vino?

El placer de disfrutar una botella de vino comienza desde el mismo momento de descorcharla. Plop. Ese característico sonido que, para nosotros los amantes del vino, es música para los oídos. Un sonido que no sería lo mismo de no ser por el tradicional tapón de corcho que cierra la mayoría de vinos elaborados hoy en día (aunque bien es cierto que en los últimos años han aparecido otros tipos de tapones para las botellas vino, pero esa es otra historia).

El corcho de los vinos no solamente es el responsable de ese plop sinónimo del comienzo de una velada magnífica; también es uno de los elementos imprescindibles para convertir un vino en un manjar para el paladar. Acompáñanos en un pequeño viaje para descubrir las maravillas de los tapones de corcho para botellas de vino.

El origen de los tapones de corcho del vino

Aunque no llegó a triunfar como método de cierre para los vinos, los romanos y griegos de la Antigüedad ya comenzaron a usar el corcho para tapar sus ánforas de vino y evitar que este se echara a perder. El corcho servía como sustituto de telas impregnadas en aceites, algo que en muchos casos deterioraba el caldo por no ser un método 100% efectivo.

A pesar de que el corcho contaba con las propiedades óptimas para conservar el vino en perfecto estado, su uso no fue muy extendido y cayó en el olvido durante siglos.

No fue hasta el siglo XVII (con la invención de las botellas de vidrio) cuando se volvió a emplear el corcho para tapar el vino, esta vez sí, un método que volvió para quedarse. Si eres un conocedor del mundo del vino, quizá te sea familiar el nombre de la persona responsable de este redescubrimiento: Dom Pierre Perignon.

A este monje de la Champagne francesa no solamente hay que atribuirle la creación del champán, también el uso de los tapones de corcho en vinos.

La flexibilidad de este material procedente del alcornoque fue lo que convenció a Dom Pierre Perignon de que el corcho era la mejor opción para cerrar una botella de vino o champagne. Pero esta no es la única razón de que su uso se haya extendido hasta nuestros días.

El alcornoque es un árbol que crece principalmente en España y Portugal (80% de su producción). El corcho se extrae de su corteza, la cual se quita cada 9 años de árboles con al menos 25 años de vida.

Propiedades del corcho que lo convierten en el mejor tapón natural para el vino

El corcho de los vinos no solamente sirve para cerrar las botellas e impedir que el líquido se salga, sino que también tiene un papel fundamental en los procesos de maduración y conservación del caldo.

Estas son las principales características del corcho que permiten obtener unos vinos de calidad:

  • Flexibilidad: el corcho es un material que posee memoria elástica, lo que significa que en caso de que se produzcan variaciones de temperatura o presión, este logra adaptarse perfectamente al cuello de la botella. Esto podemos relacionarlo con la siguiente propiedad.
  • Es hermético: los tapones de corcho natural garantizan el buen cierre de las botellas, permitiendo que estas descansen horizontalmente sin miedo a que se derrame el vino. También se asegura así que no penetre el oxígeno en la botella, con lo que el caldo queda protegido de agentes externos y conserva todas sus propiedades.
  • Impermeabilidad: esta es otra de las propiedades que permite que las botellas de vino puedan reposar horizontalmente durante años. Además, de esta forma se consigue que el corcho esté continuamente mojado por el vino, lo que ayudará a que no se reseque y mantenga su flexibilidad.
  • Naturaleza: el corcho procede directamente de la naturaleza, y por lo general su aspecto nos transmite una sensación agradable y que solemos relacionar con la calidad (aunque un tapón de corcho no siempre nos va a asegurar que estemos ante un vino de calidad). Se trata de un material 100% natural que favorece la microoxigenación del vino, ya que el propio corcho contiene oxígeno en su interior, el cual va a servir para terminar de dar forma a los vinos.
  • Sostenibilidad: el corcho de vino es un material ecológico, 100% reciclable y renovable.
  • De larga duración: al contrario que los tapones sintéticos para el vino, los de corcho tienen mayor vida. Pueden durar en perfectas condiciones hasta 30 años, lo que los hace ideales para vinos de guarda.

Todas estas propiedades son las que convierten a los tapones de corcho en una de las opciones preferidas de bodegueros para cerrar sus botellas de vino.

El tipo de corcho de mejor calidad es el denominado Corcho Flor. Este es totalmente natural y no presenta porosidad, lo que lo convierte en la mejor opción para vinos que van a reposar durante largos periodos de tiempo en la botella.

¿Por qué se huele el corcho del vino?

Seguramente que, cuando has acudido a alguna cata profesional o has visto trabajar a un sumiller, has visto como estos huelen el corcho del vino después de abrir la botella. ¿Por qué se hace esto?

Esta es una práctica que simplemente busca asegurar la calidad del vino. Si al olerlo este no huele a vino, sino que presenta el conocido popularmente como “olor a corcho en el vino”, esto indica que ha habido problemas con la conservación del vino y es probable que se haya echado a perder.

¿Qué produce el olor a corcho en el vino?

Una de las principales razones de ese olor desagradable es el TCA o Tricloroanisol. Se trata de una molécula que contamina la madera a través de un hongo, el Armillaria mellea.

Con que la madera con la que se ha fabricado el tapón de corcho esté mínimamente contaminada por este hongo, ya afectará tanto al olor como al sabor del vino, lo que va a provocar que tengamos que desechar ese vino.

Gracias a los avances e inversión en la industria, en la actualidad, solo entre el 3 y 4% de las botellas que se comercializan cuentan con tapones defectuosos afectados por TCA.

Como ves, que la mayor parte de los bodegueros elijan el corcho para fabricar los tapones de sus botellas de vino no es casualidad. El corcho posee las características óptimas para cerrar el vino y para ayudar en su maduración y su conservación en botella.