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Los 9 tipos de copas de vino que no pueden faltarle a los amantes de la enología

Diferentes tipos de copas de vino

Cuando preparas una velada con amigos en tu casa esperas que todo salga a la perfección: la comida, la música, crear un ambiente cómodo y acorde a la ocasión, unas buenas botellas de vino para acompañar cada plato… Para poder disfrutar verdaderamente de una botella de vino de calidad, hay que saber elegir la copa perfecta para cada tipo de vino.

¿Sabías que existen más de 15 tipos de copas de vino? Desde luego que para tener un juego de cada tipo de copa en tu casa necesitarías disfrutar de un buen espacio de almacenamiento, por lo que, como mínimo, deberías contar con un juego de copas para tintos, uno para blancos y otro para espumosos. Además, en el caso de los restaurantes y bares de vinos, disponer de los tipos de copa adecuados para cada vino que se sirve es algo imprescindible.

Por eso, en este artículo vamos a darte las claves para ayudarte a dar con la copa adecuada para cada especialidad de vino.

¿Cómo distinguir una copa de vino de calidad?

Antes de entrar en detalle de los diferentes tipos de copas para vino que existen, es importante dejar claros algunos de los aspectos esenciales que deben estar presentes para considerar una copa como una de calidad.

Lo primero de todo es que debemos elegir siempre copas de cristal liso, sin adornos, y que sean transparentes para poder apreciar bien los matices del vino: sus tonalidades, su lágrima, si presenta impurezas…

También es importante tener en cuenta el grosor del cristal. Para que el vino conserve su temperatura y no se caliente, el grosor ideal de la copa debe ser de 1 milímetro, aunque esto provocará que tengamos que tener extremado cuidado para no tener que sustituir los juegos de copas muy a menudo.

Un elemento que no puede faltar en una copa es su tallo, que nos va a permitir sostener la copa sin necesidad de tocar el cáliz para no calentar el vino con nuestra mano. Por eso, cuando quieras degustar un vino, olvídate de los vasos convencionales.

Ahora que ya sabes cómo debe ser una buena copa de vino, vamos a presentarte los principales tipos en función del caldo que vayas a catar.

Cuando degustes un tinto, ten a mano este tipo de copas de vino

Dentro del mundo de las copas de vino para tintos encontramos una variedad muy completa:

Copa de Burdeos

Cuando pensamos en una copa para beber un vino tinto, la Burdeos es quizá la primera que se nos viene a la cabaza, aunque no sepamos cómo se llama.

Su forma alta y algo alargada, con una boca ligeramente más estrecha que el cáliz, la hace perfecta para oxigenar el vino y despertar sus aromas. Además, también ayuda a dirigir el caldo directamente a la lengua para captar todos los matices de los vinos potentes, sin que estos lleguen a saturar.

La Burdeos es una copa más que ideal para todo tipo de vinos tintos españoles.

Copa de Borgoña

La más “barriguda” de las copas. Se trata de una copa que se distingue por el gran tamaño de su cáliz. Como su nombre indica, es la copa más indicada para los vinos elaborados en la zona de la Borgoña, sobre todo los Pinot Noir.

Gracias a su forma, la copa de Borgoña permite que, al agitarla, los aromas se concentren y suban directamente a la nariz, donde podemos apreciarlos de una forma espectacular.

Es una copa ideal para vinos que han reposado durante bastante tiempo en barrica, para vinos complejos y con cuerpo.

Para los amantes de los vinos de Borgoña de mayor categoría, existe una variación de esta copa: la Gran Borgoña. Se trata de un tipo de copa con un cáliz también grande, y con una boca acampanada que ayuda a dirigir el vino hacia el paladar.

Copa de Cabernet Sauvignon

La copa de Cabernet Sauvignon es muy parecida a la copa de Burdeos, aunque es un poco más pequeña.

El menor tamaño de la Cabernet Sauvignon hace que sea la copa indicada para vinos tintos que necesitan menor temperatura a la hora de degustarlos. Algunos de los vinos más adecuados para la copa Cabernet Sauvignon son los tintos atlánticos o los elaborados en el Penedés. Si tomamos este tipo de vinos en una copa con el cáliz demasiado grande, podríamos provocar que se calentaran más rápidamente.

Las mejores copas para beber un blanco

Aunque algunas de las copas anteriores pueden emplearse también para ciertos vinos blancos (como la copa de Borgoña o la de Burdeos), existen tipos de copas creadas especialmente para vinos blancos.

Copa de Chardonnay

Esta es una de las copas para vino blanco por excelencia. La principal diferencia con respecto a las copas de vino tinto es que cuenta con un tamaño algo menor. Esto es por una razón: para que se vierta menos cantidad en la copa y el vino no se caliente.

También es más pequeño el tamaño del cáliz y del tallo de las copas de Chardonnay, mientras que su cuello es amplio.

La copa de Chardonnay es la indicada para vinos elaborados con esa variedad de uva, pero también para otros blancos afrutados y ligeros con aromas que podemos apreciar desde el primer sorbo.

Copa de Blanco Seco

Como su propio nombre nos indica, esta copa está hecha expresamente para los vinos Blancos Secos.

Se trata de una copa que a simple vista es más grande que el resto de copas para blancos. Cuenta con un cáliz ancho que cierra en una boca más estrecha, lo que ayuda a oxigenar el vino y a concentrar los aromas al dar un sorbo.

Esta forma tan particular se debe a que, por lo general, los blancos secos no suelen contar con aromas muy marcados o variados, y de esta manera se ayuda a potenciarlos.

Copa de Sauvignon Blanc

La copa Sauvignon Blanc posee un cáliz algo más alargado que el resto de copas para vinos blancos, con un cuello parcialmente estrecho que ayuda a dirigir el vino a la punta de la lengua, lo que permite destacar los aromas y sabores frutales.

Los vinos que mejor casan con la copa de Sauvignon Blanc son blancos afrutados, ligeros y para tomar a baja temperatura.

¿Qué copa es la más indicada para los espumosos?

Seguro que cuando piensas en tomarte un Champagne o un Cava, la primera copa en la que piensas es la copa de flauta. En efecto, este tipo de copa es la más apropiada para disfrutar de un buen vino espumoso.

El cáliz tan alargado de estas copas sirve para mantener las burbujas y que estas no pierdan la fuerza fácilmente.

Quizá también se te venga a la cabeza otro tipo de copa con un cáliz completamente diferente: bajo y con una boca muy amplia. Se trata de la copa Pompadour, que recibe su nombre de la marquesa de Pompadour, cuyo pecho izquierdo sirvió como molde de la primera copa de este tipo. La forma de esta copa provoca que las burbujas pierdan la fuerza muy rápidamente, por lo que no es para nada recomendada para degustar un espumoso.

Otros tipos de copas para vino

Como ves, la variedad de copas para vinos es bastante amplia, pero como hemos mencionado antes, a no ser que cuentes con un bar o restaurante, es complicado que puedas almacenar todos y cada uno de los tipos que existen en el mercado.

Pero no tienes de qué preocuparte, para ello se ha diseñado la copa polivalente, que es muy parecida a la copa de Burdeos, aunque de un tamaño más pequeño. Este tipo de copa sirve para todos los vinos, podríamos decir que es el comodín cuando no tenemos una copa particular para cada caldo.

Por otra parte, también creemos que es importante mencionar la copa de cata o copa técnica, que, aunque no es específica para ningún vino en concreto, es la preferida por los catadores profesionales de vino. Esta copa se caracteriza por su pequeño tamaño, y no suele encontrarse fuera de círculos de jurados de degustación.

Si tuvieras que elegir solamente un tipo de copa de vino para tinto, blanco y espumoso, nuestro consejo es que te decantes por:

  • Copa de Burdeos para el tinto
  • Copa de Chardonnay para los blancos
  • Copa de flauta para los espumosos

Y, en el caso de poder permitirte solamente una tipología de copa de vino, apuesta por la copa polivalente.