Bodega del Monasterio de la Oliva se encuentra en el Monasterio Cisterciense de La Oliva, el cual fue fundado en el año 1150 en el pueblo de Carcastillo, por monjes franceses que asumían el cultivo de la vid como parte de su tradición.
Las instalaciones de la Bodega del Monasterio de la Oliva se asumen como un espacio para el reposo de los jugos de la uva que da paso al caldo perfecto de sus vinos.
Los vinos son elaborados bajo un ritual de amor donde los sabores y olores, son los protagonistas de la elaboración de los vinos. Su fermentación se da de manera natural con levaduras naturales y acompañado de rezos, transformando al vino en la identidad del monasterio.
Poseen 24 hectáreas de viñedos para cultivar la variedad Garnacha, pudiendo crear vinos frescos y equilibrados productos de la traición de más de ocho siglos.
Los monjes llevan a cabo un cuidado especial para lograr fecundar las mejores uvas. Las vides de sus viñedos, ofrecen aromas de frutas y sabores que atraen recuerdos de ayer. Así, se logran racimos madurados bajo la abundancia de las hojas y un caldo de finura equilibrada.
Sus viñedos poseen suelos de aluvión, tierra desértica que tolera horas de sol. Y las vendimias, que son realizadas llegado el momento por los monjes, son consolidadas en sus vinos Monasterio de La Oliva 2019, Para el Refectorio y Vino dulce de Misa.
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