En el municipio de Toro, Zamora, a escasos kilómetros al sur de la orilla izquierda del río Duero, se ubica Bodega Quinta de la Quietud.
Una empresa que nació en 1999 con la finalidad de hacer realidad el sueño de producir vinos con personalidad propia, auténticos y comprometidos.
Para ello cuenta con viñedos propios en los que prevalecen los suelos pobres, áridos y calurosos; así como abundan los cantos rodados en la superficie y los terrenos frescos y arenosos ligeros muy profundos. Influenciados por un clima continental y extremo con moderadas influencias atlánticas, de carácter árido, con escasas precipitaciones y temperaturas variables.
Un clima de contrastes que permite, mediante un proceso de elaboración controlado, el cultivo de la variedad autóctona Tinta de Toro para los tintos y la magnífica combinación de Malvasía, Albillo, Moscatel, Palomino y Verdejo para el blanco dulce.
Quinta de la Quietud es una bodega que se distingue en el mundo del vino porque se fundamenta en el arte de la vitivinicultura.
Para esta bodega la viticultura es más ecologista que ecológico y atiende a los equilibrios naturales del entorno, acompañando a la planta en su desarrollo natural y cuidando la biodiversidad, evitando el uso de elementos que pueden generar un desequilibrio. Es por eso que se trabaja con cultivos ecológicos, con caballo para las labores de invierno y primavera y se aplica infusiones de plantas a lo largo del año.
Por otra parte, la vinicultura acompaña a la uva en su transformación, desde su cultivo hasta su conversión en vinos que reflejan fielmente los valores de la bodega. Razón por la cual se efectúan fermentaciones espontáneas sin sulfitos añadidos, respetando los equilibrios naturales y los tiempos del vino, fermentando en depósitos abiertos sin aplicar correcciones químicas ni físicas.
Fue en 1999 cuando la finca dio sus primeros vinos, sin embargo fueron unos amantes del vino los que realmente percibieron su gran potencial y soñaron con crear la bodega; desarrollando el proyecto común de cultivar la finca, mimar su fruto, cuidar la marca y compartir su concepto único de vino de Toro consagrado a la pureza, la ecología y la calidad.
De allí que estos vinos son la realización de ese sueño y el fruto del trabajo de un equipo comprometido con su autenticidad. Vinos elaborados con las variedades 100% Tinta de Toro de viñedos plantados entre 1900 y 2004, según el viñedo y, una combinación de cinco variedades con gran presencia de la Malvasía y el toque justo de Albillo, Moscatel, Palomino y Verdejo, obtenidas de viñedos plantados entre 1920 y 1988:
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