Bodega Valdrinal

Bodega Valdrinal en D.O. Ribera del Duero

Bodega Valdrinal se encuentra ubicada en la localidad de Aldehorno, Segovia, y perteneciente a la D.O. Ribera del Duero, una de las más acreditadas de España. La bodega nace en el año 2000, después de cuatro generaciones familiares dedicadas al cuidado de las viñas. El objetivo principal de la bodega es el de producir vinos de alta calidad en pequeñas cantidades.

Es una de las pocas bodegas de la D.O. Ribera del Duero ubicada en la provincia de Segovia, por eso les gusta denominarse como la bodega ubicada en la Ribera del Duero segoviana. Cuenta con viñedos repartidos por varios pueblos, que cultivan la variedad Tinta Fina (Tempranillo), en Aldehorno (Segovia), Fuentenebro y Moradillo de Roa (Burgos).

De sus cosechas elaboran los mejores vinos como el Valdrinal, Roble 2019, Gama Tradición, Tradición Crianza 2018, QuinQ 2015, SQR 2015, Valdrinal de Santamaría 2020, Pierre Moncuit-Delos, Millésime 2008. Además, también producen vino en la D.O. Rueda con la variedad Verdejo.

Son Bodeguistas más no Bodegueros.

David Cuéllar, encargado de la bodega, aclara que asume su profesión como Bodeguista de oficio, entendido como una actitud de vida. “No sólo es lo que hacemos, es cómo lo hacemos”, resaltando que lo que hacen se basa en una actitud de observar, cuidar y crear los viñedos.

El origen del mejor vino de Ribera del Duero.

Los viñedos de la Bodega Valdrinal, cuentan con las mejores características del ambiente natural de Ribera del Duero; la altitud de los viñedos de la bodega (Aldehorno, Fuentenebro y Moradillo de Roa) está entre 9OO y 1.000 metros, lo que los sitúa entre los viñedos más altos de la DO. Aportando a los vinos una mayor acidez, producida por la amplitud térmica (la diferencia entre la temperatura máxima y la mínima) característica de la altura, que suele registrarse en las cotas altas.

Ademas, se pueden observar diferentes tipos de suelos calizos, con superficie de cascajo, que aporta a los vinos un buen contenido alcohólico, con baja acidez y de una muy buena calidad. También hay arcilloso, que presenta más capacidad para retener nutrientes y agua. Dando paso a una mayor estructura y elegancia a sus vinos, ya que los ciclos de maduración son más largos.

Por último, el clima es de tipo mediterráneo con presencia de veranos suaves y secos, e inviernos fríos, con una amplitud térmica a lo largo de las estaciones. Las precipitaciones se concentran al final del otoño, en los meses de invierno y primavera. Así la maduración de los racimos es más lenta y progresiva que en cotas bajas.