Bodegas Carrasvilla comienza su historia en el año 2010, en la villa de Peñafiel, en el corazón de la Ribera del Duero, con el propósito de elaborar vinos en pequeñas cantidades, pero con una calidad excepcional.
La búsqueda de la excelencia se muestra en los minuciosos controles de calidad que se realizan durante todo el proceso de elaboración.
La compra de las cosechas de uvas de viñas antiguas, se realiza a viticultores de la región. Solo se escogen aquellas que provienen de los viñedos con mejor exposición solar, mayor altura y suelos apropiados. A los viñedos seleccionados, se les hace un seguimiento de control durante todo el ciclo vegetativo, y de manera mucho más profunda, durante la etapa de maduración de la uva. Esa es la manera de saber el momento adecuado para hacer la vendimia, que se realiza de forma manual.
Al llegar la uva a Bodegas Carrasvilla, la elaboración del vino se lleva a cabo de manera tradicional, pero con la ayuda de los medios técnicos más modernos, como: depósitos de fermentación de acero inoxidable, controles de temperaturas, prensa neumática, salas de crianza y dormitorio de botellas climatizadas, embotellado y etiquetado en la propia bodega-.
Así, nació el primer vino de la bodega en el año 2012, el TERRALUX 2010, cuyas 8.000 botellas de alta gama, llegaron a los mercados nacionales e internacionales.
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