Bodegas Francisco Gómez fue creada por Francisco Gómez en Villena, Alicante; un apasionado por el vino desde muy joven, con una cercanía al campo y al proceso de elaboración del vino que le hicieron soñar con tener su propia bodega.
Sueño que hizo realidad en Villena, específicamente en la finca La Serrata ubicada en una antigua bodega del siglo XVIII, donde comenzó a trabajar el viñedo y construyó las instalaciones necesarias para elaborar sus primeros vinos.
Un viñedo en espaldera ubicado a 650 m de altitud, sobre suelos arenosos de alta permeabilidad y baja salinidad; con un microclima y una rica biodiversidad perfectas para el cultivo de las variedades tintas Monastrell, Merlot, Cabernet sauvignon, Syrah, y Petit verdot y las blancas Sauvignon blanc y Moscatel.
Bodegas Francisco Gómez se distingue por ser una bodega que a lo largo de su historia ha apostado por la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente, elaborando toda la producción bajo las estrictas reglas de la agricultura ecológica y biodinámica; por lo que todos sus productos están certificados por la Unión Europea como productos ecológicos, veganos y kosher.
Para ello, en las labores de campo y tareas de producción se evita el uso de productos químicos de síntesis, fertilizantes o pesticidas que puedan deteriorar el suelo, se limitan los niveles de sulfitos, se emplean levaduras locales. Además, no se aplican productos prohibidos en la elaboración de vinos orgánicos y los vinos también son veganos pues no se utilizan productos de origen animal en el proceso.
Asimismo, se desarrollan métodos de prevención ante cualquier tipo de plaga u otras enfermedades propias, aumentando la resistencia a agentes externos que pueden alterar el ciclo natural del desarrollo de los frutos.
Se trata de cultivos caracterizados por emplear de forma responsable los recursos naturales, estableciendo una relación de armonía entre el ser humano y la tierra para conseguir que los frutos obtenidos sean saludables tanto para animales como humanos.
Una filosofía sustentada en la agricultura biodinámica que ha permitido que esta bodega se dinamice y potencie los cultivos, así como mejore el compost; estimulando la fertilidad del suelo y la maduración y nutrición de las plantas.
En cuanto al compost se realiza a partir de todos los residuos emanados por la finca como restos de poda, resto del alperujo de la aceituna y el orujo de la uva, milenrama, manzanilla, ortiga, corteza de roble, diente de león y valeriana; una mezcla que activa el compost para que la carga microbiana sea mayor y mejore el suelo.
Un trabajo que garantiza la calidad de la colección de vinos de alta gama que incluye blancos, rosados y tintos jóvenes, robles y crianzas, espumosos y vinos dulces:
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