Jordán de Asso es una bodega ecológica centenaria ubicada en Zaragoza, Aragón, recuperada y reactivada por sus actuales propietarios, la familia Guelbenzu-Solsona.
La misma nace en 1921 con la finalidad de elaborar vinosa granel que se comercializan en Zaragoza y es adquirida en 1999 junto a hectáreas de viñedos cercanos por la familia Guelbenzu, quienes dan inicio a una viticultura razonada que requirió de una profunda reforma dotándola de depósitos de acero inoxidable, nueva maquinaria, barricas y embotelladora.
Posteriormente en el 2008 se comienza a producir vino espumoso, en 2015 se empieza a elaborar vinos sin sulfitos para algunas barricas y en los años sucesivos se continúa con actividades bajo la certificación ecológica que se reflejan en sus vinos Garnacha BIO, Tempranillo BIO, Súper 4, Brut Nature, Sensación y Emoción.
Vinos que se consiguen en una edificación industrial que cuenta, a la vez, con elementos arquitectónicos propios de principios del siglo XX y numerosas cubas de cemento subterráneas consideradas el tesoro enológico de la bodega, pues son tinas centenarias que han demostrado ser ideales para la conservación y crianza de los vinos.
Para la creación de sus vinos Jordán de Asso dispone de un viñedo en la comarca del Aguarón en las estribaciones de la Sierra de Algairén, cadena montañosa que se localiza en el Campo de Cariñena.
El mismo se caracteriza por su clima continental con mayor precipitación por la proximidad de las montañas; la presencia del cierzo, viento frío y seco procedente del norte y el suelo de cuarcitas y pizarras que se encuentra a 700 metros de altitud.
Factores que proporcionan un entorno privilegiado para el cultivo cuidadoso, con esmero y paciencia de las variedades Macabeo, Tinto Cariñena, Garnacha, Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Syrah.
Por ser viñedos ecológicos certificados, los tratamientos efectuados son de baja producción y supervisados personalmente, incluyendo fertilización con piel de uva compostada, no se usan productos sintéticos para combatir enfermedades ni herbicidas y la polilla se controla gracias al uso de feromonas.
Además, la vendimia se hace a mano, los vinos se fermentan con levadura autóctona, generalmente se obtienen con una mínima intervención y la mayoría son libres de sulfitos.
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