Bodegas Herederos De Nicolás Martin

Bodegas Herederos De Nicolás Martin en D.O. Jerez-Xérès-Sherry

Bodegas Herederos De Nicolás Martin es una bodega familiar situada en Jerez de la Frontera, Cádiz, en la que se elaboran vinos artesanales fruto de la constancia del buen hacer.

Para eso se dispone de una bodega que consta de dos edificios adyacentes. En una primera bodega, Santa Juana, se efectúa la crianza y el envejecimiento de los vinos Finos, siguiendo el método utilizado desde el S. XVIII, que permite que los caldos asimilen durante años los aromas de las levaduras de flor en las botas jerezanas, asegurando el mismo nivel de calidad en todas las cosechas.

La segunda bodega es Santa Isabel, de igual medida y arquitectura que la primera, pero con suelos de hormigón pues está destinada para la crianza de vinos de oxidación y envejecimiento de los vinagres viejos. Además, existe en esta un apartado de embotellado artesanal de más de 50 años y el departamento de estabilización por frío y posterior filtrado de vinos terminados.

Viña La Constancia: el lugar del que emergen grandes vinos

Los vinos de Herederos De Nicolás Martin se distinguen por ser parte de los vinos de Jerez-Xeres-Sherry, caldos producidos en el triángulo Jerez – El Puerto de Santa María – Sanlúcar de Barrameda.

Se trata de vinos que nacen en el corazón de las mejores viñas del Jerez Superior, específicamente en Viña La Constancia; caracterizada por sus tierras, lustrillos de Albarizas, con una estructura esponjosa y un subsuelo profundo que ayuda a que las raíces de las cepas puedan extraer sus reservas de agua en la sequía.

Una tierra rica en carbonato cálcico, de color blanco, con una temperatura moderada y una humedad de los vientos sur y sureste que junto al esmerado cuidado de la mano del hombre propician un ambiente ideal para la producción de la uva.

Factores que hacen de esta viña un lugar privilegiado para plantar desde 1969 las variedades Palomino Fino para la elaboración de los vinos Fino, Amontillado, Palo Cortado y Oloroso y, Pedro Ximénez para la del vino homónimo y Cream:

• Mosto: vino natural de color oro claro y en boca con un leve sabor burbujeante y a minerales, calcáreos y leve suavidad salina.
• Fino: un vino muy seco; de color brillante amarillo pajizo que se torna a dorado pálido. Con aroma punzante y delicado, notas salinas y suaves trazas de frutos secos, como la almendra amarga.
• Palo Cortado: con un aroma que reúne la delicadeza del amontillado con el cuerpo del oloroso; en boca con matices de avellanas y rancio de nuez y un color que combina el castaño intenso con caoba.
• Oloroso: un vino de color ámbar a caoba; con aromas cálidos, redondos e intensos a frutos secos de cáscara como la nuez, notas tostadas, vegetales y balsámicas y en boca sabroso, muy estructurado y con mucho cuerpo.
• Cream: un vino con un color desde el castaño hasta caoba oscuro y aspecto untuoso. Con marcada nariz de oloroso, notas dulzonas a frutos secos y tostadas como la nuez y el caramelo. En boca es goloso y con un dulzor equilibrado.
• Pedro Ximénez: de color ébano con irisaciones yodadas; aroma con notas dulces de los frutos secos como pasas, dátiles o higos, junto a la miel, frutas o confituras. En boca es aterciopelado y untuoso, con final largo y sabroso.
• Moscatel Pasa: con tonalidades color castaño y caoba intenso y aromas florales, notas cítricas y dulces. En boca presenta sabores florales, con un final ligeramente secante y amargo.