Campo Redondo

Campo Redondo en D.O. León

En el Norte de Valladolid, en Melgar De Abajo nace Campo Redondo, un interesante proyecto de elaboración de vinos de autor creado por Adolfo Redondo.

El mismo se desarrolla en una pequeña bodega construida en el 97 de tres plantas y con toda la maquinaria necesaria para la elaboración de un vino moderno y de calidad en producciones pequeñas y muy personalizadas a partir de una selección de la materia prima.

Uvas que han crecido en unos pagos muy particulares y definidos que están bajo la influencia de la ribera del Cea, de un clima con grandes contrastes de temperaturas entre el día y la noche y con inviernos largos y helados, primaveras y veranos irregulares.

Además, el terreno está conformado sobre terrazas aluviales a unos 800 metros sobre el nivel del mar, con suelos pardos que se asientan sobre depósitos pedregosos y suelos calizos sobre materiales blandos, con bajo contenido en sales minerales y pobre en materia orgánica, ideales para la viticultura.

Vinos que nacen para ser únicos e irrepetibles

La bodega Campo Redondo se identifica por crear extraordinarios vinos que parten de una elaboración muy selectiva con el menor intervencionismo posible de las variedades Prieto Picudo de más de 70 años y Tempranillo de más de 40.

Uvas que son tratadas mediante un proceso cuidado y controlado, que incluye la vendimia que se realiza a mano y el transporte de inmediato a la bodega después de seleccionarlas en viñedo, donde entran a la despalilladora a la vez que se hace otra selección.

Luego, se realizan las fermentaciones con levadura seleccionada en tinos de acero inoxidable y la manoláctica con calor y bacteria también seleccionada, cuyo resultado es llevado a las barricas de madera de roble americano y francés donde permanecen el tiempo adecuado hasta su embotellado:

• Joven: de color purpura intenso, capa alta, brillante y limpio y muy buena fluidez. Con intensidad y calidad aromática alta; muy floral y frutal y en boca goloso y carnoso, con una acidez media equilibrada y un pos gusto largo y amable.
• Crianza: un vino de color cereza picota, bien cubierto, con ribetes jóvenes y en nariz recuerda frutos rojos con matices especiados y tostados de la madera. En su paso por boca es vivo, sabroso e intenso, con una acidez media agradable, redondo y persistente.
• Reserva: de color cereza intenso y limpio y aroma potente, tostado, especiado, ebanistería, buena reducción. En boca es sabroso, con taninos maduros, buena acidez, equilibrado, complejo y muy persistente.
• Gran Reserva: de color granate, con ribete anaranjado, intenso y limpio y en nariz con notas de perfume tostado y especias. En boca es potente con nervio muy varietal.
• Más de 10 Divino: un vino capaz de sorprender a los más exigentes; bien reducido, ligero, agradable, sin defectos, sin aristas, sin primarios, muy redondo y muy noble.