Desde 1937 en Santa Maria del Camí, Illes Balears, Celler Sebastià Pastor cultiva sus propias viñas y elabora sus vinos a partir de las uvas de sus viñedos; una tradición familiar que ha trascendido de generación en generación desde Sebastià Pastor Mayol, payés e hijo de payeses y amante del viñedo.
Es así como los hermanos Maria Antònia y Sebastià Pastor, hijos de Sebastià Pastor Sureda y Catalina Moyà Crespí, dieron continuidad a este estilo de vida dedicado al cultivo y a la elaboración del vino, con el mismo ímpetu y estima por el campo y la uva, así como el espíritu de lucha constante; iniciando la mayoría de cambios y modernizaciones necesarias para adaptarse a los nuevos tiempos.
Posteriormente, Sebastià Pastor i Mayol compró la casa familiar actual que ya tenía construida una bodega con lagar, donde empezaron a elaborar y a vender el vino. Desde entonces esta casa y “celler” es conocida como Can Vinagre, apodo que todavía continúa muy vivo en el pueblo.
Una bodega que se ha adecuado a los cambios, adaptando y modernizando las instalaciones, pasando de depósitos de hormigón a elaborar los productos con materiales como fibra de vidrio o acero inoxidable e incorporando las nuevas tecnologías para combinar lo tradicional con lo innovador y favorecer así el proceso, siempre apostando por cultivar y crear los vinos a partir de las variedades autóctonas de la zona como Mantonegro, Callet y Premsal Blanco.
Celler Sebastià Pastor inicia el proceso de elaboración de sus vinos en las viñas que posee en el término de Santa Maria del Camí, tierra de gran tradición vitivinícola, un escenario ideal para el buen desarrollo del cultivo de las variedades autóctonas utilizadas en la bodega.
Las mismas están plantadas en diferentes parcelas con distintos tipos de suelo, tierra y edades, en las que se practica una viticultura que se ha ido transmitiendo a lo largo de varias generaciones y que se caracteriza por la manera en cómo se cultivan uvas especiales que se adaptan a este tipo de clima.
Para ello se efectúan técnicas aprendidas de los abuelos como dejar crecer la vegetación después de vendimiar hasta que se acabe el periodo invernal, no usar abonos químicos sino excrementos naturales de las propias ovejas, realizar la poda conocida como “ull mira tall”, aplicar técnicas culturales que regulan el vigor de la planta para obtener uvas de máxima calidad y hacer la vendimia a mano.
De esta manera se logra conseguir buenos vinos como Prensal Blanc, hecho con la variedad autóctona Prensal Blanc; Rosat de Negres, resultante de las variedades Mantonegro y Syrah; Negre Anyada, producido con uvas Mantonegro y Syrah.
Encobeït, procedente de la variedad autóctona Mantonegro; Llampant, creado con las variedades Prensal Blanc y Chardonnay; Brodat, elaborado con las variedades Mantonegro y Syrah y Present, hecho con uvas Prensal Blanc y Chardonnay.
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