La D.O. La Palma se encuentra en una de las islas del archipiélago canario de igual nombre. Una zona que elaboraba vino desde los viajes al ‘Nuevo Mundo’.
Las primeras cepas llegan a La Palma en torno a 1.505, a manos de conquistadores. La privilegiada situación geográfica de La Palma, que servía de escala para las rutas comerciales, relanzaron el vino de la isla, siendo la principal fuente de riqueza del archipiélago canario. En 1.848, comienza una era oscura para los vinos con el ataque del oidio y el mildiu.
Con el comienzo del cultivo de la platanera en los años 50 del s. XX, muchos viñedos fueron ‘reconvertidos’. No es hasta la creación de la Denominación de Origen La Palma, cuando el sector del vino en las islas experimenta una gran transformación; se recuperan viñas y variedades, hay nuevas plantaciones, crece el número de bodegas y el vino empieza a ser reconocido fuera de la isla.
El 16 de febrero de 1994, se hace oficial el reconocimiento de la Denominación de Origen de Vinos “La Palma” y se aprueba el reglamento y el del Consejo Regulador.
Hoy en día, son 18 las bodegas que conforman la DO y 983 viticultores. La superficie de viñedos es de 537 ha, y durante el último año la producción alcanzó los casi 1.300.000 kilos de uva.
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